La comunidad artística está preocupada cada vez más por la presencia Webs que venden fotos tratadas digitalmente, pretendiendo imitar los retratos hechos a mano y que son impresas sobre papel artístico o un lienzo. El avance tecnológico nos facilita mucho la vida y el trabajo, pero hay personas que se aprovechan de ello para llevar a cabo prácticas fraudulentas. Una de estas prácticas consiste en ofrecer retratos aparentemente hechos a mano, los cuales en realidad son las mismas fotos tratadas digitalmente. A pesar de ser meras imitaciones, son sorprendentemente creíbles. Para ello, se utilizan impresoras profesionales sobre papel artístico o un lienzo y, además, pueden ser procesadas manualmente para conseguir una apariencia más verdadera: por encima de la foto imprimida se añaden o bien trazos a lápiz, o bien pinceladas con pinturas o geles espesos con el fin de darle ese relieve característico del óleo. Hay imitaciones que se ven a simple vista, pero hay algunas que no son tan fáciles de diferenciar incluso para un profesional. Les doy algunas pistas para poder distinguirlas: